La música siempre me había atraído, pero nunca pensé dedicarme a ello hasta vi que era una opción que podía desarrollar.

Empecé por diversión y por curiosidad, y eso fue lo que me llevó a formar parte de varios grupos como el coro Gospel Factory, en el que estuve quince años y con el que he trabajado como cantante de estudio y como corista para destacados artistas: Pitingo, Raphael, Marta Sánchez, Beatriz Luengo entre otros. También he colaborado con numerosas formaciones y artistas representativos del panorama nacional en estilos como el soul, jazz, reggae y afro (Morodo, Okoumé Lions, Mad Sensi Band, Carlo Coupé, Chojin, Alex Ikot…)

Siempre tuve la idea de tener un proyecto propio y más personal, así que en 2012, junto a Carlos Bratt, comenzamos a armar, Astrid Jones & The Blue Flaps, con el que grabamos un disco en el año 2014 llamado “Stand Up”. Estamos en pleno desarrollo de nuestro segundo disco.

Ser actriz para mi, ha sido una consecuencia de la música y un desarrollo personal y artístico maravilloso. Mi primera gran incursión en el mundo de la interpretación fue con “Un trozo invisible de este mundo” junto a Juan Diego Botto, dirigida por Sergio Peris Mencheta. Por dar vida a ese bello personaje contado desde la obra, en 2014 recibí una nominación como mejor actriz en los premios Teatro de Rojas (Toledo).

En 2016, tuve la oportunidad de trabajar en el Centro Dramático Nacional en dos ocasiones: “Aquiles y Pentesilea” de Santiago Sánchez y “Tratos” de Ernesto Caballero. Mientras tanto, formé parte de un work in progress del coreopoema “Para nenas negras que han considerado el suicidio cuando el arcoíris es suficiente” de la escritora Ntozaque Shange y dirigido por Ursula Day. Más tarde, pudimos montar la pieza completa y representarla en algunas salas de Madrid y en Guinea Ecuatorial.

La directora Nata Moreno, me hizo el regalo de protagonizar el corto “Al’amar”, por el que en 2018 recibí en el Festival de Cine de Fuentes, Zaragoza, los premios a Mejor Actriz Protagonista y Mejor Banda Sonora Original por el tema principal que interpretamos y compusimos Gorsy Edú y yo llamado “Ove ndi bue a me (Eres mi luz)”

Uno de mis últimos trabajos ha sido en el Teatro Español, dando vida a Casandra, de Benito Pérez Galdos, dentro del ciclo de lecturas dramatizadas “Galdós en el Español”.

En los últimos años, una de las cosas que he descubierto es que disfruto mucho dando clases. Es algo que he ido compaginando con el resto de mis actividades y que me ayuda mucho a asentar mis propios procesos de aprendizaje. Es por eso que decidí compartir lo que he ido aprendiendo durante mi trayectoria a través de clases, cursos y talleres. Me gusta abordar la experiencia del canto desde una perspectiva muy personal basada en mi trayectoria profesional, y explorar la técnica vocal, la escucha activa y la conexión con la parte emocional e intuitiva del canto para ayudar a otros a conectar con su voz y liberarla.

Antes de tener claro que quería dedicarme a las artes escénicas, pasé por la universidad, sin saber muy bien qué era lo que quería hacer, y me diplomé en Ciencias Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid. Cuando acabé, seguía sin tener claro qué hacer y me licencié en Investigación y Técnicas de Mercados por la Universidad Autónoma de Madrid. Después de esto, me fui una temporada a Londres y volví por amor, prometiéndome que ese sería el comienzo de mi compromiso con la música… Ya han pasado unos cuantos años desde entonces… Y aquí sigo.

Ese compromiso es lo que me ha permitido seguir todo este tiempo y poder disfrutar de experiencias maravillosas, que podréis encontrar en este espacio, en mi universo. Espero que lo disfrutéis. Bienvenid@s.